pues nada, una de esas pequeñas obras de arte embotelladas. la abrí en balerma, antes de coemr con ramón y gra. y nos la pimplamos el món y yo en un pliqui. fue como decir... joé, qué bueno está... pero qué bueno... muy bueno, sí señor.
un sabor fuerte y suave al mismo tiempo, se notaba la madera, que no recordaba haberla reconocido nunca o casi nunca. al menos nunca con tanta intensidad. y, sin embargo, no era un sabor de esos fuertes que se pasan. tenía un equilibrio con otros abores, a frutas, a manzana, a vainilla, a frutas ácidas...
de lo mejorcito que he probado por el momento.
el otro día estuve comiendo con mis padres y pedimos el mismo... pero de un año antes. y no es lo mismo. no. me quedo con el 2004.
uva: 90% tempranillo y 10% graciano y mazuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario