sorpresa para mal. pensaba que me iba a gustar mucho este vino pero no ha sido así.
ya se ve que mis aciertos se ven compensado con los fallos. o lo que es lo mismo: que acierto con los vinos a voleo, de pura chamba y no porque sepa. pero bueno, otro que probamos.
es más, resaltaría una curiosidad de este vino. si lo bebo solo (solo de soledad del vino, sin comer... no sin compañía para mí de personas), me resultaba levemente agrio, ácido, picantón... en cambio, al combinarlo con quesos o caña de lomo mejoraba mucho porque se atenuaba esa sensación.
así que, si lo vuelvo a ver en la mesa o barra en que me encuentre, pediré de comer, no sea que no me guste, jejeje.
a grandes males, grandes remedios.
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